viernes, febrero 12, 2010

EL PRINCIPE

Descarga de resumen
Autor:
Nicolo Macchiavello, mejor conocido como Maquiavelo, político y humanista; 1469-1527. Género y corriente: Tratado político-literario, clásico.
Estructura: Consta de 26 capítulos.
Sinopsis: En sus divisiones muy breves, la obra posee una regida secuencia lógica y una clara unidad lineal, sin permitirse digresiones de ninguna clase. Los primeros nueve capítulos, que responden a la cuestión "como se crea y se forma un principado", analizan el proceso de la diversa constitución de los mismos, incluyendo la conquista de nuevas provincias por parte de un Estado ya formado y organizado (capítulos III a V) y la formación de nuevos principados (capítulos VI a IX). El capitulo X trata de la capacidad general de lucha de un Estado contra el enemigo exterior, mientras que el XI está dedicado al singular tipo de principado que representa el Estado de la Iglesia, para el cual no valen las leyes que regulan la vida de los demás Estados.
En los capítulos XII a XIV se entra en las grandes y generales cuestiones de la vida interna del Estado, luego resumidas en una sola: la ordenación de las fuerzas armadas. Y aquí Maquiavelo, luego de haber desarrollado su áspera y tajante critica sobre las milicias mercenarias y auxiliares, así como de haber condenado dura, y quizás injustamente, a los príncipes italianos de su tiempo, pasa a propugnar la necesidad -para un Estado- de las "armas propias"; entre las cuales incluye a súbditos, ciudadanos y criados. Además, sustenta la necesidad, para el príncipe, de pensar constantemente en la guerra, así como en órdenes y disciplina para ella, "porque ese es el único arte que corresponde a quien manda."
Efectuada la ordenación militar, Maquiavelo pasa a examinar las cuestiones relativas a la propia persona del príncipe o a las artes que debe usar para mantenerse en el trono, las cualidades que debe poseer, las cuales aparecen expresadas en los capítulos XV a XXIII. En estos, el análisis del autor alcanza el máximo realismo: critica a los filósofos, escritores y políticos porque imaginan utopías y ellos mismos se apartan de ellas, desecha por tanto toda imaginación y se adentra en la verdad efectiva para "escribir cosa útil para quien la quiera emprender". Los capítulos XVI, XVII Y XVIII están llenos de sabios preceptos maquiavélicos: "Mejor ser cruel a tiempo, que inútilmente piadoso; mejor ser temido y respetado, que amado y no suficientemente respetado"; apremiante necesidad para el príncipe es saber ser zorra y león a un tiempo, así como no cumplir o no respetar una palabra dada cuando esta se vuelva contra él; necesidad de parecer piadoso, fiel, humano, integro, religioso, pero también saber no serlo; necesidad, en suma, de "no separarse del bien, pudiendo hacerlo, pero saber entrar en el mal si a ello se ve obligado". Y todo esto porque para Maquiavelo solo importa el fin que se quiere obtener, sin mirar los medios que se empleen para lograrlo.
Finalmente, en los capítulos XXIV a XXVI, el autor pasa del carácter teórico general al examen de las causas por las cuales los príncipes de Italia han perdido sus Estados (XXIV), seguido del análisis de la fortuna (XXV). En el capítulo final de la obra, Maquiavelo concluye que, en la Italia de su época, un príncipe prudente y capaz puede crear un nuevo y fuerte Estado para proteger la península contra las invasiones y el "bárbaro dominio" de los franceses y españoles. El tratado se cierra con unos versos de Petrarca que corresponden al poema Italia mía, en el cual se encierra un grito apasionado, un llamado angustioso, a un "redentor de la patria".
El príncipe constituye la más sincera y clara expresión del pensamiento político jamás formulada. A través de la fría lucidez de un razonamiento implacablemente riguroso, en el todo es político y toda otra consideración, moral o religiosa, es dejada de lado. Extraordinariamente incisivo en su estilo, desnudo y escueto, y por la plasticidad de sus expresiones, este tratado es también, desde el punto de vista literario, una de las grandes obras maestras de la prosa italiana.

DECAMERON

Descarga de resumen
Autor:
Giovanni Boccaccio, poeta, novelista y biógrafo; 1313-1375.
Género y corriente: Novela realista.
Estructura: Consta de prologo, introducción, 10 jornadas subdivididas en 10 relatos cada una y conclusión del autor.
Sinopsis: Etimológicamente, Decamerón significa "los diez días" o "las diez jornadas", pues ello es la columna vertebral de la estructura o plan general de la obra, cuyo argumento es el siguiente. Para huir de la peste negra, mortal azote que enluto a toda Europa -en este caso a Florencia- en el año 1348, y también con intención de alejarse de las terribles escenas de muerte y dolor presentes por doquier en la ciudad, siete damas y tres caballeros florentinos, todos jóvenes, se marchan al campo con sus criados y se refugian en la quinta de una de ellas. Instalados allí, acuerdan reunirse por las tardes a la sombra de una fresca arboleda en el jardín, para contar breves historias que alejen sus preocupaciones y les sirvan de agradable y alegre entretenimiento, olvidando así la tristeza de la hora. Como los narradores son diez y cada uno relata un cuento diario, se hace un total de cien en esos diez días.
Los tonos sombríos de los primeros pasajes, llenos de enfermedad y muerte, encuentran brillante contraste en la vitalidad del primer día, pasado entre discusiones amables; los juegos e intrigas caracterizan las historias de aventura y decepción narradas los días segundos y tercero. El día cuarto se prefiere relatos de amores desdichados y con ello vuelve a ensombrecerse a ambiente, sin desaparecer totalmente la tristeza en la jornada siguiente. Con la reintroducción de la alegría del día primero, en la sexta tarde se llega a la comicidad. Los tres más siguientes dan lugar a la risa con sus historias truculentas y picarescas. Finalmente, el último día se retoman todos los temas exaltando ante todo la capacidad humana de purificar lo impuro y hacer sublime lo común y corriente.
Toda la obra de Boccaccio es temáticamente medieval en la forma y el gusto; el marcado dualismo de virtud y fortuna brota de las raíces del sentimiento y el pensamiento renacentistas; por ejemplo, si el hombre realmente desea ser noble, debe aceptar la vida tal como es, pero sin amargura; y ser responsable y consciente de sus actos. Así pues, para alcanzar la felicidad terrenal, debe dominar y vencer sus deseos todo lo humanamente posible y renunciar a ellos sin lamentarlo.
Boccaccio insiste en las fuerzas del hombre y en sus limitaciones, con el sentido de su realidad espiritual y la afirmación de los valores morales yacentes bajo la aparente frivolidad de algunos pasajes de El Decamerón. Este libro es un marcado deseo de mejorar la realidad. Su originalidad y riqueza descansan en el plan y unidad de la obra, en la creación y psicología de sus personajes, así como en el estilo altamente fino.

La Divina Comedia

Descarga de resumen
Autor
: Dante Alighieri, poeta; 1265-1321.

Género y corriente: Poema alegórico.

Estructura: Esta dividido en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso; la primera consta de 34 cantos, mientras que las dos últimas tienen 33 cada una, 10 que hace un total de 100 cantos, formando un conjunto de 14 233 versos en tercetos.

Sinopsis: Esta obra poética es la suma de todos los conocimientos y experiencias de Dante, expresión de sus esperanzas, rencores y odios como político exiliado, a la vez que la defensa de un hombre y de un escritor comprometido y apasionado; testimonio, al mismo tiempo que alegato, denuncia y juicio de una época.

La trama es simple en sí: perdido en la "selva oscura" del pecado y en mitad de la vida, detenido en el camino de la salvación por malas pasiones -la lujuria, la soberbia, la avaricia-, Dante (el alma humana) es socorrido por Virgilio (la razón y también la poesía) a quien envía Beatriz (el amor, la gracia divina, la fe revelada y la teología). Virgilio guía a Dante a través del Infierno y el Purgatorio; pero aquí es reemplazado por Beatriz, quien lleva a su poeta hasta el Paraíso, donde goza de la visión deslumbrante e inefable de Dios. Según algunas versiones, este viaje de purificación salvadora se supone fue realizado durante la semana santa del jubileo del año 1300.

Hasta en la estructura material de la obra, la simetría alcanza la perfección. El Infierno -reino del castigo y la desesperación eterna- está representado por un embudo dispuesto como un anfiteatro, donde en nueve círculos están distribuidos los condenados, según la gravedad creciente de la culpa. Lucifer, su príncipe, está en el fondo, que corresponde al centro de la Tierra.

El Purgatorio, altísima montaña que surge del océano Austral en las antípodas de Jerusalén y coronado por el paraíso terrestre, en sus nueve inmensas gradas recibe las almas de los que se purifican. Allí domina, junto con los melancólicos recuerdos y la nostalgia del cielo, la certeza de la salvación.

EI Paraíso comprende nueve círculos concéntricos que giran alrededor de la Tierra cada vez más rápidamente, a medida que se avanza en ellos. Los bienaventurados que allí aparecen se reúnen en la Rosa Celeste, esplendida corona de Dios.

Cientos de figuras, muchas de las cuales son inolvidables, pueblan esos tres reinos: el anciano y terrible barquero Carón o Caronte, encargado de transportar las almas a través del infernal rio Aqueronte; Paolo y Francesca, unidos por el amor; el orgulloso y doliente Farinata; Pier delle Vigne, el suicida convertido en árbol; el conde Ugolino y el arzobispo Ruggieri, unidos por el odio, son todos personajes altamente dramáticos que se desprenden de las páginas del Infierno. Asimismo, el músico Casella, el jurista Catón y la trágica Pía dei Tolomei, entre otros, habitan el purgatorio; mientras que, en el paraíso, el verdadero elemento esencial que se destaca y deslumbra como un personaje más entre numerosos santos, profetas, frailes y sabios -santo Tomas, san Bernardo, Carlomagno, Rolando, Salomón-, es una infinita sinfonía de luz perfecta, bellísima, a la cual el poeta confiere colores y matices inefables. En el Paraíso, el heroísmo, la bondad, el amor, la santidad y la pureza son convertidos por Dante en imágenes de felicidad.

Originalmente, Dante título a su obra Comedia debido a su final feliz, pero luego sus primeros exegetas o comentaristas la calificaron de Divina, tanto por sus temas como por su valor literario.

El mayor merito y originalidad de este poema consiste en la forma como su autor amalgamo y dio unidad, mediante una rigurosa simetría y simbolismos, personajes legendarios y contemporáneos, erudición y observación, alusiones locales y valores absolutos, pedagogía y moral, preocupaciones de estilo y matices sentimentales, haciendo de su obra uno de los pilares básicos de la cultura universal.

miércoles, febrero 03, 2010

Fausto

Autor: Johann Wolfgang Goethe, poeta y dramaturgo; 1749-1832.

Genero y corriente: Poema dramático.

Estructura: Consta de varios episodios nominados: Dedicatoria, Preludio en el teatro Prólogo en el cielo, entre otros.

Sinopsis: EI sabio doctor Fausto aspira al conocimiento absoluto y "pide al cielo sus más hermosas estrellas y a la Tierra cada uno de sus goces más sublimes; y ninguna cosa, próxima ni lejana, basta para satisfacer su corazón profundamente agitado"; así está definido este personaje en el Prólogo en el cielo. Allí mismo, el Señor autoriza a Mefistófeles -el espíritu de negación, quien no comprende y se burla de las altas aspiraciones de Fausto- a tentar al estudioso y apartarlo de su recto camino, pues Dios confía en la victoria de Fausto en la prueba. Mefistófeles, el mal, es solo una parte de la creación -y no una fuerza independiente, como piensa ser-, un elemento necesa¬rio puesto por el Señor en la Tierra para aguijonear al hombre y mantenerlo en constante actividad (pues por medio de la acción se salva el ser humano y esto constituye la base de la filosofía fáustica postulada por Goethe).
Fausto, luego de haber estudiado a fondo filosofía, jurisprudencia, medicina, teología y magia, llega a la conclusión de que "nada podemos saber", pues su anhelo es "conocer lo mas intimo del universo, toda fuerza activa y todo germen", sin tener necesidad de recurrir a los libros, a ese "trafico de huecas palabras". El precio pagado por ello es demasiado alto: la vida misma, pues por dedicarse al estudio, "me ha sido arrebatada toda clase de goces". Desengañado y envejecido, deplora todo cuanto antes le atraía: laboratorio, libros, papeles, esqueletos y aparatos, pues ahora piensa que solo son "humo, polvo y podredumbre", un mundo artificial y muerto; el aspira al contacto directo con la naturaleza para "coger sus pechos, manantiales de toda vida". Por otra parte, la actividad incesante y renovadora, la agitaci6n febril, la energía trabajando "en el zumbador telar del tiempo, tejiendo el viviente ropaje de la Divinidad" es la naturaleza misma.
Desesperado, piensa en el suicidio, en un afán por fundirse con esa armonía celeste y conocer, al fin, el misterio que encierra, "aun a riesgo de abismarse en la nada". Cuando está a punto de beber el veneno, un tañido de campanas anuncia la Pascua de la Resurrecci6n y le hace volver el pensamiento a Dios impidiéndole completar el acto.
Luego de pasear un poco por la ciudad y mezclarse con la gente y la vida sencilla del pueblo, Fausto, reanimado y optimista, regresa a su estudio, donde tiene una conversaci6n con Mefistófeles y realiza el famoso pacto: el diablo le promete sus servicios y hacerle conocer todos los goces de la vida a condici6n de que si queda satisfecho con ello, le entregue su alma en el mas allá.
Mefistófeles tiene confianza en que a Fausto le serán suficientes las cosas terrenas y materiales para saciarse, porque el diablo sólo conoce y estimula la parte más baja del ser humano; Fausto, a su vez, está seguro de su espíritu elevado, en su constante anhelo de cosas sublimes y eternas, para saber de antemano que nunca podrá sentirse satisfecho ni conforme con las ofertas de este "pobre diablo". EI pacto, pues, queda cerrado.
Ya sin preocupaciones por saber, Fausto y Mefistófeles se lanzan al mundo, pues "toda teoría es gris, querido amigo, y verde el árbol de oro de la vida". En primer lugar, el demonio le devuelve la juventud perdida. Así transformado, ya está en condiciones para el siguiente paso: la experiencia del amor. Es entonces cuando conoce a Margarita, muchacha humilde y cándida, de quien se enamora intensamente. Ella también le corresponde, a tal punto que se le entrega y espera un hijo de él. Varias son las victimas que ocasiona este amor desdichado:
Valentín, hermano de Margarita; la madre de esta y el propio hijo de Fausto y de ella, pues la joven, presionada por los prejuicios de la Sociedad, lo ahoga en el rio después de nacer.
AI final de la obra, Margarita se encuentra en el calabozo condenada por el filicidio; ha perdido la razón y en su delirio recuerda su pasada felicidad junto a Fausto, a quien ahora llama. El, atribulado e impotente ante el ineludible cumplimiento de su destino, que ha arrastrado y perdido a aquella pobre muchacha, viene en su auxilio. Llega al calabozo; está dispuesto a salvarla, abrir las rejas de la prisión y llevarla consigo. Margarita lo reconoce, pero su mente trastornada le impide seguirlo. Finalmente, invocando siempre el nombre de su amado, la joven muere. Mefistófeles, que presencia la escena, exclama: "¡Está juzgada!" Y una voz de lo alto responde: "¡Está salvada!" Esto es, Margarita, víctima inocente puesta en el camino de Fausto para que este conozca el mundo de los sentimientos, es redimida gracias al amor, en aras del cual ofrenda su vida. Ella ha sido "la humilde cabaña que el torrente, avasallador y poderoso, destruye fatalmente a su paso cuando su impetuosa corriente se precipita furiosa hacia el abismo".
Esta profunda obra refleja el curso simbólico de la vida del hombre superior, quien para desarrollar plenamente todas sus posibilidades debe pasar sobre la tragedia de Margarita -encarnación del eterno femenino- e ir mas allá de sus aspiraciones terrenales, de ahí el germen de su angustia y culpabilidad.
Hay en Fausto un despliegue de intensas emociones humanas (tormento, desesperación, amor, ternura, desolación, sufrimiento, dolor) y estéticas (poesía y hondo dramatismo), a la par que una profunda filosofía. Por todo ello, Goethe dio nombre a su época y en su Fausto encarna el espíritu universal.
La obra fue continuada en el Segundo Fausto, de muy desigual valor literario; por ello permanece casi olvidada por la crítica.

Los nibelungos

Autor: Anónimo; este poema fue elaborado en la edad media, alrededor del año 1200.

Género y corriente: Cantar de gesta.

Estructura: Esta dividido en 39 cantos.

Sinopsis: EI príncipe Sigfrido, famoso por su fuerza, vencedor de los nibelungos -a quienes arrebato su tesoro y la capa mágica que hace invisible a su portador-, hijo de los reyes de Xanten, en el bajo Rhin, ha oído hablar de la hermosa Crimilda, de la corte de Worms, en Borgoña, altiva doncella desdeñosa del amor, hermana del rey Gunther. Anhelando hacerla su esposa, Sigfrido llega a Worms y durante su estancia ahí se enamora de Crimilda y la pide al rey Gunther. Este accede, pero solicita a cambio su alianza para vencer y conquistar a la guerrera Brunilda, la bella reina del norte (Islandia), quien somete a sus pretendientes a diversas pruebas de fuerza y valor con la pro mesa de casarse con el ganador. Sigfrido, valiéndose de su destreza y de su capa mágica, ayuda a Gunther y juntos derrotan a la virgen del norte, quien se ve obligada a casarse con el rey borgoñón, persuadida de haber sido vencida en buena ley. Tiene lugar así una doble ceremonia matri¬monial. Después de la noche de bodas, Gunther le pide a Sigfrido que doblegue la resistencia de Brunilda, pues no quiere entregársele; así lo hace aquel, fingiéndose el marido legítimo. Como recuerdo de aquella noche, Sigfrido quita a la nueva reina un anillo de oro y le roba el cinturón, los cuales entrega indiscretamente a Crimilda contándole lo sucedido.

Años después, cuando ambas mujeres disputan sobre cuál de sus respectivos esposos tiene mayor jerarquía en la corte, Crimilda revela a Brunilda el engaño de que fue víctima. Terriblemente ofendida, esta ultima pide a Gunther vengar el agravio, mas solo la apoya Hagen, guerrero y fiel vasallo al servicio del rey. Días más tarde, durante una cacería, Hagen mata a Sigfrido a traición, clavándole al héroe una lanza en la espalda, el único punto vulnerable de su cuerpo (detalle que la imprudente Crimilda le había revelado para que lo protegiera).
Como el regalo de bodas de Sigfrido a Crimilda había sido el cuantioso tesoro de los nibelungos, ahora, ya viuda, Ie pertenece esa fortuna. Los borgoñones comienzan a preocuparse: con tal riqueza, Crimilda puede resultar peligrosa. Hagen entonces se apodera del tesoro y lo en tierra junto al Rhin (mas tarde lo arrojara a las aguas) para que Crimilda no pueda utilizarlo en perjuicio de los borgoñones. Crimilda pide a su hermano, el rey, le entregue al asesino de Sigfrido, pero Gunther se niega reiteradamente. Ella comienza en esa época a urdir su futura venganza.
Han pasado 13 años desde la muerte de Sigfrido y un día Atila, el rey de los hunos, solicita la mano de Crimilda. Hagen no está de acuerdo, pero Gunther da su aprobación para la boda. Ella también acepta, pensando que así podrá vengarse de sus enemigos. Ya en la corte del rey huno como su esposa, Crimilda le pide invitar a Gunther y a toda la corte de Worms a un gran banquete en su honor. Parten Gunther, Hagen y más de mil caballeros hacia el país de los hunos y reciben malos augurios en el camino.
Desde el arribo de los borgoñones, Crimilda se encara con Hagen y ambos no pueden disimular el odio que se profesan mutuamente. AI día siguiente del banquete, provocada una disputa entre los guerreros hunos y los integrantes del sequito de Gunther, se entabla una feroz lucha en la que mueren todos, menos Hagen y el rey Gunther que logran salvarse a pesar de la orden dada por Crimilda de incendiar el palacio donde ha ocurrido el combate. Hagen y Gunther son vencidos luego por el guerrero Dietrich de Bern. Cuando este los entrega a Crimilda, ella cumple su venganza mandando decapitar a Gunther y cortando con la espada de Sigfrido la cabeza de Hagen. El anciano Hildebrant, furioso por lo ocurrido, quiere vengar la muerte del valiente Hagen, a pesar de haber sido su enemigo, y con su espada, a su vez, mata a Crimilda. Así termina el poema, con una grandiosa y trágica nota de sangre y desolación.

El cantar de Los nibelungos amalgama muchas de las leyendas existentes acerca de aquel pueblo, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas y, por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de motivos, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del poema del Mío Cid para España o el cantar de Roldan en Francia